La conducción ecológica no consiste sólo en ayudar al medio ambiente, sino también en asegurarse de que que su flota funcione de la forma más eficiente posible a la vez que envía el mensaje adecuado a la comunidad sobre su negocio.
Los conductores representan la marca de una empresa cuando están en la carretera. Imponer buenos hábitos de conducción ayuda a garantizar que los conductores sean embajadores responsables de la empresa y cumplan las normas de conducción.
No es ninguna sorpresa que los hábitos de conducción ecológica le permitirán ahorrar dinero en combustible y costes de mantenimiento. Sabe que el ralentí excesivo perjudica los costes de explotación y que es contraproducente que los conductores aceleren y frenen con demasiada brusquedad. Pero, ¿sabe cuánto ¿Qué impacto tienen esos malos hábitos de conducción en su cuenta de resultados? ¿O qué impacto puede tener en la reducción de los costes globales por milla asegurándose de que sus conductores practican buenos hábitos de conducción a diario?
He aquí algunas estadísticas que podrían sorprenderle.
Los neumáticos blandos le cuestan dinero a su empresa. Podría estar gastando about 3% more en costes de combustible cada año si los neumáticos de su flota no están correctamente inflados.
Cuando los neumáticos de los vehículos de su flota tienen la presión de aire correcta, crean menos fricción al conducir por la carretera, por lo que es más fácil para el motor hacer avanzar el vehículo. También prolonga la vida útil de cada neumático, ayudándole a mantener bajos los costes anuales de sustitución.
Los excesos de velocidad, las aceleraciones rápidas y los frenazos bruscos añadirán unos 33% a los costes de combustible cada año.
La velocidad del conductor es el principal factor en todo esto. Los camiones que circulan a alta velocidad tardan más en frenar, lo que provoca un mayor desgaste del vehículo. Los motores suelen ser más eficientes a unos 100 km/h; cada 8 km por encima de esa velocidad puede reducir la eficiencia del motor en hasta 6%.
Si un vehículo está parado durante más de 10 segundos, se necesita menos gasolina para volver a arrancar el motor que para dejarlo en marcha. Sus vehículos pueden quemar entre un cuarto y medio galón de combustible por hora mientras están al ralentí.dependiendo del tamaño del motor y de si el aire acondicionado está encendido o no.
El ralentí también mantiene el motor en marcha, crear más desgaste en el vehículo y aumentando el coste total por kilómetro. Puede que los pistones no estén encendidos, pero las correas siguen moviéndose.
Incluso podría ser ilegal dependiendo de dónde estén sus conductores. Las prohibiciones de circular al ralentí existen en unos 30 estados y van en aumento. En Nueva York, por ejemplo, los vehículos pesados, como camiones y autobuses diésel, no pueden estar al ralentí más de cinco minutos seguidos.
Cuesta más o menos lo mismo para pagar un coche nuevo durante un año que para mantener adecuadamente un coche pagado durante cinco años, según las estadísticas de la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos.
El mantenimiento preventivo contribuye en gran medida a que las flotas sean más rentables. Cuanta menos fricción tenga un motor, menos energía gastará en el funcionamiento del vehículo, lo que supone un ahorro en gasolina y reparaciones y aumenta la vida útil del vehículo.
Garantizar se respetan los programas de mantenimiento y inspecciones técnicas de vehículos ayudarán a su flota a evitar problemas que causen más daños y cuesten más dinero a su empresa en el futuro.
Seguimiento del comportamiento de los conductores es clave para gestionar una flota más ecológica. Programe una demo hoy mismo para saber cómo nuestras soluciones pueden ayudar a su empresa a funcionar de forma más fluida y eficaz.
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